MANIPULADOR SOCIAL
En relación con las imágenes que circulan por RRSS del presidente en estado de intemperancia, desastrado, sucio o simplemente ajeno a su responsabilidad, sugiero que los chilenos, piensen y analicen esta expresión más allá de su especial consideración política.
Aquí hay algo de simbolismo
y dice relación con la expresión de un concepto mediante la sugestión visual.
No es un fenómeno
inconsciente, está claro que en formas y colores sugiere un significado más
profundo, transmitiendo pensamientos o emociones, algunas reales en las formas,
otras abstractas, en la actitud.
Si es quien es y sale por la
calle mostrándose de esta forma el mensaje va dirigido a un grupo especial. A
su vez, a otro grupo, el estupefacto. Este último no le interesa. Le interesa
el primero, el que mira el proceso revolucionario como la aventura a la que
llama la imagen. El presi es bacan, nos identificamos con él, esa imagen cala
profundo en el flaite, en aquellos descontracturados sociales. De ahí que no
baje nunca del 30% de aprobación, básicamente, proveniente ésta de los sectores
altos de la sociedad. De esos que lo han tenido todo; pero que no han realizado
un mínimo esfuerzo por construirlo. Todos hijos de padres económicamente
estables; pero carentes de arraigo y de conceptos como: patria, nación, soberanía,
tradiciones. Sólo funcionan bajo el imperio del mercado.
Con estos antecedentes, este
individuo es un manipulador social. Esa imagen inaceptable para todos nosotros,
a él le sirve y es lo que importa. El objetivo es atraer, controlar o influir
en los deseos de una multitud. El fin es dirigir su comportamiento hacia una
acción específica ya que sabe, de acuerdo con la psicología del manejo de masas,
que los individuos se contagian del comportamiento de los demás y se
limitan a repetirlo, sin cuestionarse nada. La influencia repercute en cualquier
aspecto de la vida sea este político, religioso, social, económico y lo asumen
como un mensaje basado no en principios si no como moda disruptiva.
Por supuesto, la cultura de
dicho grupo social está completamente relacionada con los valores que esa masa comparte.
Contestatarios a una sociedad opresora, patriarcal, donde normas leyes y
principios morales se adaptan al relativismo de cómo viven su vida.
La idea de la psicología de
masas se centra en la inexistencia de autonomía dentro de un grupo ya creado.
Una persona que forma parte de una masa deja de ser independiente, es más, se
subordina al grupo al que pertenece.
En este contexto del mensaje,
el dirigente máximo está trabajando para los enfermos de revolución, y los desadaptados
sociales. Ese es su grupo objetivo y cuidado, esos pueden y son los más
peligrosos.
Funciona bajo la norma de
una sociedad rota en valores y profundiza el desprecio a lo instituido, a lo
socialmente convencional e histórico. Rompe con la autoridad, rompe con el protocolo,
rompe con el respeto. Rompe con el simbolismo de lo que se supone representa.
Entonces, en la esfera
psicológica del personaje la preocupación por la imagen social es un rasgo
esencial de la psicología humana.
Él lo sabe. La construcción
de una imagen social sostenida en el prestigio del cargo que ostenta es un
rasgo esencial de la psicología humana y favorece, motivacionalmente, a quienes
dirige el mensaje.
Por eso no retroalimentar
con expresiones de escándalo. No convencerán a nadie del 70% que está en contra.
Hay que apuntar al 30 % que lo aplaude. Esa masa que es invisible, pero que hay
que hacerla visible.
Hay que unir al borracho, con las turbas enardecidas.
Hay que unir al borracho, con los incendios del sur.
Hay que unir al borracho,
con la muerte de inocentes.
Hay que unir al borracho, con los estudiantes del IMBA.
Hay que unir al borracho, finalmente, con la
locura mental.
Entonces, como conclusión,
se ha preguntado ¿Quién gobierna? Mientras, ¡Calígula destruye!
No hay duda, una triada
ideológicamente coordinada para mostrar esas imágenes, mientras se avanza sobre
los huesos de la nación con los que una derecha cobarde les ha pavimentado el
camino.
Tanto Chile-Vamos como el
dueño del Partido Republicano, son servidores de las políticas globalistas que
propician la refundación de las naciones. La muestra palpable es el lenguaje
que usan en cada intervención, como a su vez, el apoyo irrestricto en el
segundo proyecto constitucional a la idea de un estado social y democrático de
derechos.
A su vez, la Sra. de Chile-Vamos
expresa, sin tapujos, su admiración por este individuo que representa la
antítesis de los símbolos del poder.
No se equivoque y analice
con calma, tiene tiempo para arrepentirse, si cree que ahí, está la salvación
de Chile.
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