LA INSERCIÓN QUE NO FUE TAL
Ha quedado en estos últimos
días demostrado, de manera palmaria, el daño al pensamiento crítico, a la razón
y al conocimiento histórico de muchos chilenos, al haber eliminado de la
enseñanza escolar la filosofía, la historia, así como la educación cívica.
Un diario digital informó
hace unos días que en una reunión de empresarios, se habría acordado pedir a
los candidatos Kaiser, Kast y Matthei enfrentar unidos la contienda
presidencial y, con esto, ellos tendrían la disposición de abrir la chauchera y entregar
recursos económicos para el financiamiento de campañas.
Este pedido lo
materializaron en una “inserción”, publicada en los diarios de circulación
nacional, firmada por una lista de nombres acompañando las tres
líneas que contiene dicha “inserción”.
La verdad que hay varios
aspectos que destacar de este atrevimiento colectivo.
El primero, la gran mayoría
de los firmantes no son empresarios, son destacados profesionales y empleados,
en su mayoría, de los grandes consorcios empresariales.
Lo segundo, el texto que
encabeza la petición es carente de todo elemento conceptual profundo, no hay
historia, no hay valor filosófico alguno y mucho menos un elemento político que
sirva a la reflexión, que no sea la cautela del interés económico.
Lo tercero, este “inserto
que no fue tal”, es la síntesis de la estupidez humana, quedando demostrada la
frivolidad y al mismo tiempo la pachorra para pedir públicamente algo, sin
representar a nadie.
Cualquiera, con dos dedos de
frente, debiera pensar simplemente que a este elenco de firmas algo les está
fallando. Se deduce de este escueto texto que encabeza el listado, que los
firmantes son dignos de un examen tan de moda en las empresas de hoy y que lo
llaman psicotécnico; necesario para evaluar rasgos de personalidad y adaptación
cultural, así como pruebas de conocimiento y dinámica de grupo.
Estoy cierto que los
firmantes no encontrarían trabajo en ninguna parte, ya que el atreverse a
firmar algo como lo señalado indica un serio problema conductual.
Pero así esta Chile, un día
se arma un nuevo referente de “centro derecha” copiando a las Tesis que
desfilaban a poto pelado en las calles de Santiago durante los días de la
revolución callejera, gritando el violador eres tú y hoy, un grupo de falsos
empresarios toman la representación de la masa ciudadana para chantajear la
política.
En cualquier país civilizado
esto sería al menos cuestionado por el orden moral, pero aquí ya se ha hecho
una norma que, sin prudencia, se solicite lo que se viene a la cabeza a un
grupo que piensa que son los nuevos iluminatis del país.
¡Ponga ojo, no se deje
engañar! Los mercaderes no tienen escrúpulos para vender mentiras.
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