A propósito de la Semana Santa es necesario detenerse, también, en el significado de las características de Judas y como éstas se han proyectado en la historia, dejando en cada generación parientes genealógicamente cercanos: primas y primos.
No existe documentación reconocida en forma oficial que confirme la existencia de parientes y de una prima de Judas, pero si se sabe que existe y han existido personas cuyas características, al igual que su primo, se proyectan en la historia y han causado un mal irremediable.
Por alguna desgraciada circunstancia, muchos de sus descendientes vinieron a parar a Chile, llegándose al colmo de que dos de sus genealógicos parientes tengan hoy una relevancia política.
En la lírica mundial la traición se ha reflejado como argumento central de muchas obras, por ejemplo: Otelo, de Verdi; Don Pascuale, de Donizetti; Tancredo, de Rossini; La infelicidad burlada, de Haydn; Clemenza de Tito, de Mozart, entre otras.
Judas Iscariote fue unos de los 12 discípulos de Cristo, conocido por traicionar a Jesús a cambio de 30 monedas de plata. Después de conducir a los soldados romanos hasta donde estaba Jesús lo entregó con un beso. Su traición nos recuerda el peligro de la codicia y la debilidad humana ante la tentación y el poder. Los parientes de hoy traicionan, renunciando a los valores esenciales de la naturaleza humana, para obedecer ciegamente los dictados de sus patrones internacionales.
Jesús lo reclutó a sabiendas que venía del grupo Zelote, un movimiento revolucionario que no esperaba un Mesías redentor espiritual, sino un líder que permitiera luchar, usando la violencia contra el régimen establecido que era el Imperio Romano en Judea. Los de hoy, se asocian con sus enemigos, se fotografían con los peores y llaman a la prudencia y moderación aplaudiendo, no hace mucho, el estado social y democrático de derecho.
Jesús lo nombró tesorero y administrador del grupo de apóstoles que congregó a su alrededor. Algo así como el economista y administrador de una empresa de las de hoy en las que solo se interesan por el beneficio material, despreciando la educación y la cultura.
A pesar de la confianza de su mandante y de los apóstoles está demostrado por los escritos que fue corrupto desde el origen y robaba de la bolsa de las finanzas del grupo cuyo dinero, en su mayor parte, provenía de la ayuda de la hoy conocida como Santa Juana de Cusa. Esta mujer era la esposa de Cusa, el administrador de la casa de Herodes Antipa, gobernador de Galilea. Juana fue sanada por Jesús y de ese momento fue fiel compañera de sus discípulos, siendo una de las tres mujeres que estuvieron a los pies de la Cruz al momento de la muerte de Cristo.
Los parientes y especialmente la prima de Judas es quizás una manera liviana para referirse a las características universales más sobresalientes del personaje bíblico. Sin embargo, por su efecto en la sociedad y en las relaciones personales de hoy no se pueden soslayar por el peligro que representan.
La prima de Judas es un personaje que existe en la vida real y que traspasa los tiempos de la historia.
Hasta hace poco fue una autoridad que ocupó importantes cargos públicos, llegando a ser Alcaldesa en Galilea, cuenta la leyenda que hasta Judas renegaba de ella.
Es aquel personaje que al escucharlo atentamente se descubre que la comprensión que tiene de la lealtad es erróneo ya que básicamente en su actuar y en su discurso demuestra lo traicionero que es o puede llegar a ser. Por lo general, adorna sus explicaciones con un vocabulario casi espiritual donde sobresalen las expresiones: moderación, consenso, diálogo, pero el más característico es la negación, casi como una liturgia bañada por el bien. Sin embargo, conociendo sus acciones pasadas y presentes lo único que se ve y se oye es el espíritu de Judas en acción.
Querido lector y amigo los que por razones de estudio y de interés comunicacional tenemos el deber de recoger los análisis y documentos que la historia nos ofrece, sabemos que sólo así se está en condiciones de analizar el presente y proyectar el futuro. Sin historia, no existe la posibilidad del futuro y se vive el presente sobre una realidad falsa.
Nuevamente Judas presente, con lo esencial de la traición y la mentira.
Dicho esto, las profecías del fin de los tiempos tienen que ver con la traición y esta característica, tan perversa del espíritu del hombre de hoy, ya está obrando en nuestro presente.
La lealtad es fruto de una condición sagrada, los cristianos lo asumen como una expresión del Espíritu Santo y se refleja como ven a sus líderes y la relación importante que influye en su vida y en la de todos. En cambio, si tienen un comportamiento erróneo, cambian de opinión sistemáticamente, se apoyan en los desleales conocidos, no se pueden seguir ni menos apoyar.
En una lucha por principios no vea al supuesto líder como una oportunidad para ganar dinero, fortalecer su negocio o alcanzar preeminencia en alguna responsabilidad o influir con sus ideas o proyectos, pues ahí es donde más se manifiesta el espíritu de Judas y será víctima de sus pasiones.
La mayoría de la traiciones graves que hoy conocemos comenzaron hace más de 30 años, acciones desmarcadas de la norma legal, discursos con contenidos contradictorios, lenguaje corporal sibilino, dulce por fuera, amargo por dentro. En posesión de poder han destruido el trabajo de otro sin poder construir el propio por incapacidad, lo destruido está en el consciente colectivo y es imposible destruir el bien, empleando la maldad la mentira y la traición.
No le de la bienvenida a la prima de Judas, escuche atento sus historia. No la lea como si estuviera leyendo un libro; analice con tranquilidad su presente y su pasado. Observe cómo reacciona en diferentes circunstancias. Fíjese en las respuestas a correcciones o directamente a reproches. Analice los comentarios frente a un problema que atañe directamente al grupo que representa. El traidor no tiene compromiso con nadie más que consigo mismo, de ahí que todas sus intervenciones sean un recetario de cosas cuyos diagnósticos están hechos, los han realizado otros más capaces, pero ella en su afán mezquino por el poder no los toma en cuenta y se rodea de gente con las mismas características, no siendo capaces de enfrentar la realidad.
Calcula cada paso, y no realiza nada ya sea por omisión o por temor a perder algo de su ambición o codicia. Observe siempre si quiere seguir a un supuesto líder como se relaciona con los demás. Observe su actitud frente a la economía, el dinero y las cosas materiales.
Aprenda las lecciones que dejan las traiciones. No hay que olvidarlas en los momentos de dura decisión. No tome el camino del mal menor porque éste ya viene cargado de defectos graves. No ayude con su voto a que se presente como su salvación. Y si alguien llama a apoyar a la prima, no se olvide que es pariente.
La prima de Judas si conoce de traiciones y si Ud. las acepta la próxima no se sentirá traicionado, será cómplice y voluntario del mal.
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