LA CASA DEL DIABLO

 

 


No cabe ninguna duda que la historia en cualquiera de sus manifestaciones siempre expresa el comportamiento del hombre. No puede ser de otra manera es él y solo él quien construye su historia y, junto al resto, la historia universal que nos antecede nos evoca en el presente y es ejemplo para el futuro, para bien o para mal.

En la historia de la música hay una obra de Luigi Boccherini, la Sinfonía N°6 en re menor, Op. 12, G. 506, conocida como “La Casa del Diablo” (Nella casa del diavolo), compuesta en 1771.

Esta pieza musical es famosa por su dificultad para la interpretación del violonchelo ya que, además, su estilo está influenciado por Joseph Hayden y tal es su dificultad que pareciera que está escrita por el diablo.

El segundo movimiento es el infernal (andantino con moto) que indica que la pieza debe ser interpretada a un tempo moderadamente lento, pero con energía y un sentido de movimiento. Para que se comprenda mejor, es como una caminata lenta y vigorosa con un ritmo que fluya con cierta vivacidad. Toda esta larga explicación musical, entre otras cosas, sirve para asimilar las coincidencias que nos ofrece la historia con el presente en distintos ámbitos del quehacer humano.

Es así, entonces, que existe una orquesta de muy mala calidad, no solo interpretativa, sino que en la composición de la estructura de ella. Músicos sin formación, carente de dinamismo, preocupados de cuanto van a ganar toquen bien o mal. Además, la que toca el violonchelo es una Sra. ya de algunos añitos que no se puede el instrumento y, por tanto, quienes quieren escuchar la casa del diablo han tenido que intervenir la orquesta con un señor que solo sabe tocar el timbre, pero que forma parte de los que auspician y pagan masivamente las entradas al teatro.

La orquesta está en crisis producto de esta intervención y un instrumentista, de los pocos buenos que había, ya abandonó la desafinada sinfónica y ofreció sus servicios a un director que, al menos por ahora, sostiene la batuta con bastante aplomo sin dejar de tener algunas desafinaciones.

La orquesta desafinada y a punto de disolverse toma el nombre de Chile Vamos y la violonchelista, arrastrando el instrumento, pide ayuda al interventor para que no la echen o más elegantemente la jubilen.

Los mocosos que se habían integrado para arreglar el sonido y ayudar a la violonchelista con el instrumento, hoy han quedado sin pega. Se mantienen para recibir órdenes de quien pone la plata para tocar “la casa del diablo” con algo de armonía, cosa que a esta altura del tiempo y con la función vendida se augura una pifiadera monumental y un rotundo fracaso de taquilla, no habiendo posibilidad de una segunda función.

Se dan cuenta Uds., que todo tiene su sentido en la vida, quisieron interpretar la casa del diablo y el mismo demonio los ha dejado con los crespos hechos, no pueden interpretar la obra y siguen repitiendo por tercera o cuarto vez con el mismo resultado y, en vez de una sinfonía, han transformado la casa de la orquesta en un verdadero infierno, quedando la violonchelista con la mirada perdida en el escenario

Comentarios

  1. "Nella casa del diavolo" , debió su autor , haberse inspirado en el presente desgobierno .

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